miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Quién es Dios?







¿Quién es Dios?


La mejor respuesta la darán quienes tratan con Dios como lo que es: nuestro Padre, nuestro mejor Amigo y Redentor.


La primera es que hay familias en las que la religión brilla por su ausencia. Algunas de esas familias han aceptado un ateísmo teórico y práctico. Organizan su vida según lo que resulta “normal” y racionalizable: obtener dinero con un trabajo honesto, acoger a los hijos, tener momentos de descanso y de vacaciones, quizá realizar alguna actividad de tipo filantrópico.


Los hijos son educados en un completo vacío religioso, pues Dios no tiene ningún espacio en esos hogares: se vive como si no existiese, como si fuese totalmente ajeno a la existencia humana….


....Otras familias se caracterizan por poseer un “barniz” de algunos principios religiosos. Creen en la existencia de Dios, incluso quizá pertenecen a la Iglesia católica o a alguna confesión cristiana. Pero, en la práctica, la vida se desarrolla alrededor de preocupaciones y de proyectos que son comunes a quienes no creen en Dios. Los hijos reciben algunas ideas cristianas, pero no ven casi nunca orar a sus padres, ni tienen momentos para leer la Biblia o hablar de religión con ellos….….


...No es fácil hablar de Dios a quien nada sabe de quien nos ama con locura, como un Padre, como una Madre. Cada vez será más frecuente tener que responder a este tipo de preguntas.


La mejor respuesta la darán quienes tratan con Dios como lo que es: un Ser superior y cercano, nuestro Creador y nuestro mejor Amigo, nuestro Redentor.


Quienes han descifrado lo que es su amor de Padre y lo que ha hecho al enviarnos a su Hijo. Quienes tienen un corazón de niños, manso y humilde, puro y pacífico, y se dan con alegría al servicio de los que viven a su lado.

Quienes han dejado su egoísmo y han aprendido que en el Reino de los cielos es mejor dar que recibir, servir que ser servido, humillarse que enaltecerse, morirse en el surco, como la espiga, que conservar los dones de Dios escondidos bajo la almohada.
Quienes, en definitiva, aman mucho porque se les ha perdonado mucho.
Fuente: Psjes Catholic.net
Para reflexionar: ¿Amamos realmente a Dios con la intensidad conque el nos amó?

¡Dios te bendiga y haga brillar su rostro sobre tí y todo!

Leonescaminandoalencuentrodecristo: NO ME MUEVE, MI DIOS, PARA QUERERTE

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